Maria Isabel Acevedo
Maria Isabel Acevedo, nacida en Noviembre 20 del 1944, hija de Pio Quinto Acevedo Lopez y Margarita Valero Segura. Donde la Segunda Guerra Mundial continuava y Colombia en ese mismo mes oficialmente le declara la guerra a las potencias del Eje, nace una guerrera para enfrentar el mundo. Durante su trayecto tuvo dos hijos, Lina Maria Murillo y Carlos Alberto Murillo el cual nacieron en Bogotá Colombia. Durante su tiempo en Colombia y por circunstancias de la vida, ella ayudo a su hermana, sus sobrinos y sobrinas a salir adelante. Haciendo su carrera de contabilidad, pudo trabajar y retirarse de su compañía y tener su casa propia. Luego el destino la trajo a los Estados Unidos donde tuvo que comenzar de nuevo como todo inmigrante tubo que hacer, como vendedora ambulante en las calles de Nueva York. Durante este proceso logro sacar adelante su negocio, y a la misma vez sus dos hijos como madre soltera. En su trayecto de vida ella deja su legado como una persona alegre, echada para adelante, trabajadora, siempre ayudando al prójimo, y teniendo en frente el valor de la familia. Hoy en día hay muchas historias de muchas personas que Maria Isabel Acevedo a tocado y siempre el mensaje es igual… me ayudo cuando mas lo necesitaba, estuvo ahí cuando estaba en mis bajas, y me dio la mano para salir adelante, me ayudo a cumplir el sueño americano. Siempre abrio las puertas de su casa al quien estaba en necesidad sin esperar nada a cambio. Cuando su familia la visitaba en Nueva York, siempre los acogia con mucho amor y ella se aseguraba de ser la guía turística del momento. Aunque a veces el clima no cooperaba (como ir al zoológico en pleno inverno donde los animales no asomaban). Otras veces dirigiendo al taxista con el poco ingles que se podia defender ( “la left”, “a la right”). El amor que siempre tuvo a su familia, sus sobrinos que siempre los vio como sus propios hijos, a sus hijos, sus nietos, y sus ahijados nunca fue puesto en duda sea por palabras o acciones. Fue una mujer luchadora y berraca que supo sobrepasar muchas adversidades y nos deja como enseñanza como enfrentar la vida y lograr sus metas. Maria Isabel Acevedo por siempre vivirá con nosotros, en cada sonrisa, en tiempos difíciles, en cada desafió que la vida nos ponga, recordar sus enseñanzas, y la guerrera que enfrento todo y persevero cada obstáculo que le pusa la vida. Hoy el cielo reclama un ángel a su tribunal, pero no antes de haber cumplido con su misión, dejar su semilla en todo nosotros de como ser un buen ser humano.